Él abrigaba oscuras sospechas acerca de Serenity y sus padres. Era celoso, con un carácter imposible y demandante. También era enigmático, encantador y aristocrático. Le hacía apasionadamente el amor al tiempo que la condenaba. ¿Por qué en nombre del cielo, ella, Serenity Smith de Georgetown, Washington D.C., había perdido el corazón por su primo francés, Christophe, conde de Kergallen?