Esto no es real‖, dije. ―Esto es un truco. Todavía eres un Strigoi. No podemos estar
juntos — no aquí, no entre los Moroi.‖
―Por supuesto que podemos.‖ Había dolor en sus ojos color marrón oscuro, y eso rompió
mi corazón. ―¿No quieres estar conmigo?‖
―Tengo que volver con Lissa…‖
―Déjala ir‖ dijo, acercándose a mí de nuevo. ―Déjalos ir a todos. Quédate aquí conmigo —
podemos tener todo lo que siempre quisimos, Rose. Podemos estar juntos todos los días,
despertar juntos cada mañana.