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Nikos Kazantzakis

La Última Tentación

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  • Claudio Ortega Niñohar citeretfor 4 år siden
    Has dicho que dos senderos conducen al seno de Dios: el sendero de la razón y el sendero del corazón. ¡Yo tomé el sendero del corazón y te he encontrado!
  • Claudio Ortega Niñohar citeretfor 4 år siden
    El tiempo no es un campo que se mida por metros; no es un mar que se mida por millas; es el latido de un corazón.
  • Claudio Ortega Niñohar citeretfor 4 år siden
    —No llores, María —continuó la vieja—. Mira a la otra madre, que está allí inmóvil y ve cómo crucifican a su hijo. Mírala y ten valor.

    —No lloro sólo por mi hijo, vecina; lloro también por aquella madre.

    Pero la vieja, que debía haber sufrido mucho en su vida, sacudió la cabeza casi sin cabellos.

    —Más vale ser la madre del crucificador —murmuró— que la del crucificado.
  • Claudio Ortega Niñohar citeretfor 4 år siden
    —No son perros. Son almas, chispas de Dios. Dios es un incendio, centurión, y cada alma es una chispa de ese incendio. Hay que respetarla.
  • Claudio Ortega Niñohar citeretfor 4 år siden
    Aboliré la Ley de Moisés para imponer una nueva Ley. ¡No iré a buscar a Dios a la cima del Sinaí sino que lo encontraré en mi corazón!».
  • Claudio Ortega Niñohar citeretfor 4 år siden
    —¿Por qué lo llevas contigo? ¿Por qué le permites que te siga día y noche? Y cuando le hablas, tu voz es más suave que cuando te diriges a nosotros… ¿por qué?

    —Es preciso que así sea, Juan, hermano mío. El necesita más amor.
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