evidente; los guisos lo hacen con mayor lentitud, pero quizá también con mayor intención. Quién sabe si no le debemos la bomba neumática a una sopa bien cocida o la guerra a una mal cocida. Esto merecería una investigación más acuciosa. Acaso el cielo cumple así grandes finalidades, mantiene leales a los súbditos, cambia los gobiernos y crea Estados libres; acaso son los guisos los responsables de lo que llamamos “la influencia del clima”.