menos lo suficiente como para afectar a sus resultados en el examen de Secundaria. Los padres que sí dejaron asistir a sus hijos confiaban en que hubieran aprendido valiosas lecciones sobre el ciclo de la vida, apoyando a sus amigos en los momentos de necesidad, y en que probablemente se hubieran hecho más «resistentes», lo cual les vendría muy bien en la adolescencia, haciéndolos menos propensos a suicidarse o hacerse drogadictos