Edgar Allan Poe

La máscara de la muerte roja

  • Antonella Riverahar citeretfor 6 år siden
    Hasta los casos perdidos, para quienes la vida y la muerte son una misma broma, creen que hay ciertos asuntos con los que no se puede bromear.
  • J.Monegrohar citeretfor 4 år siden
    Hay fibras aún en el corazón de los más osados que no pueden tocarse sin que se emocionen.
  • Manuelhar citeretfor 5 år siden
    Hasta los casos perdidos, para quienes la vida y la muerte son una misma broma, creen que hay ciertos asuntos con los que no se puede bromear.
  • Fernanda Farfanhar citeretsidste år
    Hasta los casos perdidos, para quienes la vida y la muerte son una misma broma, creen que hay ciertos asuntos con los que no se puede bromear.
  • b7070493349har citeretfor 3 år siden
    rostro de la víctima, eran el estigma de la
  • Celeste Nair Aratahar citeretfor 4 år siden
    Que el mundo de fuera se ocupase de sí mismo.
  • har citereti forgårs
    Hasta los casos perdidos, para quienes la vida y la muerte son una misma broma, creen que hay ciertos asuntos con los que no se puede bromear.
  • har citereti forgårs
    entonces suena el reloj de ébano en el salón de terciopelo. Y por un momento todo se aquieta, todo se acalla salvo la voz del reloj. Los sueños quedan congelados y estáticos. Pero el eco de las campanadas se apaga -na han durado sino un instante- y una risa leve, a medias reprimida, queda flotando tras él.
  • har citereti forgårs
    Pero en la habitación negra, o de poniente, el efecto del fuego a través de los cristales de sangre sobre los tapices negros resultaba de lo más siniestro, y daba un aire tan irreal a los rostros de los que allí entraban que muy pocos se atrevían a dar siquiera un paso en aquella estancia.
  • har citereti forgårs
    Los gustos del duque eran peculiares. Tenía un buen ojo para los colores y los efectos. Desdeñaba las convenciones de la moda. Sus planes eran atrevidos y apasionados, y un viso de barbarie iluminaba sus proyectos. Algunos le habrían tenido por loco. Sus seguidores no lo creían así. Pero era necesario oírle, y verle, y tocarle, para estar seguro.
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)