Este libro no es un testimonio, mucho menos un lamento, Algo tan trivial es ante todo una declaración de amistad para cada uno de los demonios que han marcado la vida del autor: las adicciones –y sus consiguientes procesos de desintoxicación–, la muerte y la autodestrucción. Fausto Alzati Fernández ofrece en este ensayo un recorrido íntimo que tiene como eje de cohesión el álbum Violator, de Depeche Mode; disco que lo acompañó como una especie de soundtrack en cada uno de estos momentos y cuyas canciones le sirven como pretexto para poner en orden sus recuerdos: familiares, de adolescencia, drogas, amores y, sobre todo, la escritura.