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Mariano Azuela

Los de abajo

  • Roberto Castellanoshar citeretfor 21 dage siden
    Y al pie de una resquebrajadura enorme y suntuosa, como pórtico de vieja catedral, Demetrio Macías, con los ojos fijos para siempre, sigue apuntando con el cañón de su fusil…
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    Demetrio Macías, con los ojos fijos para siempre, sigue apuntando con el cañón de su fusil…
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    Fuego!… ¡Fuego sobre los que corran!…

    —¡A quitarles las alturas! —ruge después como una fiera.

    Pero el enemigo, escondido a millaradas, desgrana sus ametralladoras, y los hombres de Demetrio caen como espigas cortadas por la hoz.
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    Los soldados caminan por el abrupto peñascal contagiado de la alegría de la mañana. Nadie piensa en la artera bala que puede estarlo esperando más adelante. La gran alegría de la partida estriba cabalmente en lo imprevisto. Y por eso los soldados cantan, ríen y charlan locamente. En su alma rebulle el alma de las viejas tribus nómadas. Nada importa saber adónde van y de dónde vienen; lo necesario es caminar, caminar siempre, no estacionarse jamás; ser dueños del valle, de las planicies, de la sierra y de todo lo que la vista abarca.
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    mujer de Demetrio Macías, loca de alegría, salió a encontrarlo por la vereda de la sierra, llevando de la mano al niño.

    ¡Casi dos años de ausencia!
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    Papeles, sí!… ¡Eso nos han traído ustedes!… ¡Pos eso coman!… —dice la fondera, una viejota insolente, con una enorme cicatriz en la cara, quien cuenta que “ya durmió en el petate del muerto para no morirse de un susto”.
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    Juchipila, cuna de la revolución de 1910, tierra bendita, tierra regada con sangre de mártires, con sangre de soñadores… de los únicos buenos!…

    —Porque no tuvieron tiempo de ser malos —completa la frase brutalmente un oficial ex federal que va pasando.
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    Villa derrotado era un dios caído. Y los dioses caídos ni son dioses ni son nada.
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    Cierto como hay Dios, compañero; sigue la bola! ¡Ahora Villa contra Carranza! —dijo Natera.
  • Magaly Monserrathar citeretsidste år
    Bueno! ¡A qué negarlo, pues! Yo también he robado —asintió el güero Margarito—; pero aquí están mis compañeros que digan cuánto he hecho de capital. Eso sí, mi gusto es gastarlo todo con las amistades. Para mí es más contento ponerme una papalina con todos los amigos que mandarles un centavo a las viejas de mi casa…
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