Esta obra está inscrita en el debate sobre las relaciones entre la globalización y el derecho, que inciden en las transformaciones del Estado contemporáneo. Como resultado de este proceso, que ha favorecido el libre transito de las inversiones transnacionales y con el movimiento global de capitales y mercancías en los ámbitos locales, lo local ha quedado ensamblado a las relaciones globales. Así, la proliferación y creación de una gran pluralidad jurídica de origen global y supranacional, establecida por fuera del sistema interestatal y nacional, ha presionado cambios adaptativos en las estructuras legislativas, institucionales y constitucionales de los Estados nacionales. Además, el autor señala cómo en Colombia estos cambios se intensificaron a partir de la promulgación de la Constitución de 1991, a partir de la cual son desnacionalizados los marcos jurídicos nacionales e institucionales, planteando un desafío a las formas tradicionales de entender las instituciones nacionales.