Esta cantidad de copias de los evangelios no tiene parangón con ninguna obra de la antigüedad. Pongamos algunos ejemplos que ponen de relieve la singularidad de estos libros cristianos. Hay un intervalo de más de mil años entre la fecha de composición de los originales de Eurípides, Sófocles, Esquilo, Aristófanes, Tucídides, Platón y Demóstenes y los manuscritos más antiguos de sus obras. Los escritos de Virgilio (del siglo I a. de C.) son los mejor conservados, pues eran considerados como oráculos proféticos62; tenemos 600 manuscritos de sus obras, pero de fecha muy tardía; los más antiguos son del s. IV-V.