En el instante en que usted se compromete con alguien, la magia desaparece. Se convierte en alguien igual a todos. Los demás ensayarán todo tipo de métodos subrepticios para lograr que usted se comprometa. Le harán regalos y lo inundarán de favores, con el objeto de ponerlo en una situación comprometida. Aliente esa atención, pero no se comprometa con nada ni nadie. Acepte los regalos y favores, si quiere, pero mantenga independencia interior. Jamás debe sentirse obligado con nadie.