A cambio de la eterna juventud y la conservación de su belleza, Dorian Gray, el protagonista de esta obra, establece un pacto con las fuerzas más oscuras, mediante el cual el joven aristócrata no sufriría los efectos de una sucesiva y consecuente degradación moral y física. La novela constituye una profunda reflexión filosófica acerca de la naturaleza y el alma humana, al mismo tiempo que una crítica a la hipocresía y al furor moralista de la Inglaterra victoriana del siglo XIX. Fuertemente criticada en su época, se considera una de las obras más conocidas de Oscar Wilde.