Dice El Kybalion:
“Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.”
“Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría.”
De manera que, de acuerdo con lo indicado, este libro sólo atraerá la atención de los que están preparados para recibirlo. Y recíprocamente, cuando el estudiante esté preparado para recibir la verdad, entonces este libro llegará a él. El principio hermético de causa y efecto, en su aspecto de “ley de atracción”, llevará los oídos junto a los labios y el libro junto al discípulo.