Monique Zepeda

El cuaderno de Pancha

Escribir en un cuaderno nuevecito puede ser más complicado que la ya famosa página en blanco a la que se refieren muchos afamados escritores, pero a Pancha no le costó en realidad mucho trabajo, solo al principio, luego se soltó y ya no hubo quie la parara: «Yo soy Pancha. Me dieron este cuaderno para ver si aclaraba mis ideas. No es tan fácil ser niño: hacemos y dejamos de hacer muchas cosas con tal de que no se burlen los demás. La maestra Zu ha desaparecido. La nueva maestra es dueña de muchos nubarrones. Lo peor: Peter, el más valiente, ya no está. Por suerte, al poner palabras en este cuaderno he ido entendiendo un poco más…»
58 trykte sider
Copyrightindehaver
Bookwire
Oprindeligt udgivet
2015
Udgivelsesår
2015

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Vurderinger

  • Grishar delt en vurderingfor 2 år siden
    💧Tåreperser

    Está interesante el tratamiento de la enfermedad mental. Sin embargo, siento que algo faltó, ojalá pudiera describirlo.

    Me encantaron los títulos de los capítulos.

  • Citlalxochitl Gonzalezhar delt en vurderingfor 2 år siden
    👍Værd at læse
    🔮Overraskende
    🐼Vildt sød

    Cuando estabas en la primaria leí este libro, en ese momento me sorprendió por como la protagonista se expresaba, y las situaciones que sucedían, me sentí identificada con la descripción de los sentimiento, ahora que lo volví a leer, me volvió a gustar, aunque entiendo más sobre lo temas que habla.

  • Masa'n Xikolhikhar delt en vurderingfor 3 år siden

    La primera novela de ni vida

Citater

  • Citlalxochitl Gonzalezhar citeretfor 2 år siden
    Aprendimos que una tormenta puede no escucharse, pero sí sentirse.
  • Citlalxochitl Gonzalezhar citeretfor 2 år siden
    No sé por qué a esta edad es difícil a veces dar las gracias de corazón. Quizás porque nos han entrenado para dar las gracias tantas veces a personas a quienes realmente no tenemos ganas de agradecer, que nos queda como una incomodidad.
  • Citlalxochitl Gonzalezhar citeretfor 2 år siden
    No digo nada. Pero parece que Zu hubiese entendido.

    —Pancha, voy a salir de aquí, estoy tomando fuerzas, porque me aplastó una tristeza tan grande que quise dormir mucho tiempo para curarme.

    —¿Por qué? —pregunto muda.

    Zu me mira.

    —Hay tristezas que son más grandes que uno. Hay que cuidarse de ésas, Pancha.

    —Sí, Zu —digo con una voz que sí es mía.

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