Hace ocho meses contraje el compromiso de escribir este libro
con el amigo, escritor y editor Alfonso Carvajal. Fue en el lanzamiento
de El último Inquisidor de Jorge Andrés Hernández en Medellín, en octubre del año pasado. El autor de esta oportuna
investigación sobre el Procurador General de la Nación Alejandro
Ordóñez, mencionó que en la quema inquisitorial de libros que este presidió en Bucaramanga, se encontraban las obras de Bolívar.
Tuve la imprudencia habitual de recordar que para septiembre
del 2015 se conmemoraban los 200 años de la redacción de la
“Carta de Jamaica”, pilar de nuestro constitucionalismo republicano.
Alfonso, se acercó cándidamente a mí y me conminó a escribir las páginas de este libro.
Concibo este libro como notas preparatorias para una obra
más vasta y conclusiva. Como obra ensayística y con intención
pedagógica, evité pie de página a cada paso, con el fin de no fatigar
al lector espontáneo y cité solo obras clásicas. Al final de cada
capítulo, ofrezco una bibliografía básica de libros contemporáneos de los cuales me serví para mi exposición.
Los especialistas fácilmente podrán reconocer los pasajes amalgamados.
Este libro lo escribí en la mente, mientras sacaba a pasear a mi perrita Abril, por las calles del barrio Laureles de Medellín.
Ella es pues la coautora involuntaria de sus mejores pasajes (los
peores los redacté mientras estaba sentado).