Esto explica en parte la persistencia en los medios de comunicación de aquello que no nos gusta, un mundo sin crítica sería un mundo Perfecto. Un mundo de niños y de adultos. El Niño es feliz, hace berrinches, el adulto es capaz, el adolescente sufre, el anciano espera, y los ancianos vuelven a ser Niños, nos quitaríamos el desgarro de la adolescencia. Lo que escribí es reduccionista.