Antonio Gramsci, figura seminal del pensamiento europeo de siglo XX, es uno de los pocos teóricos marxistas que analiza el papel y la naturaleza de la educación. Paradójicamente, su teoría revolucionaria, política y social, parece contraria a su enfoque conservador del contenido y los procesos de la escolarización. Este clásico libro, publicado originalmente en 1979, examina sus escritos educativos, políticos y culturales en un esfuerzo por resolver esta aparente discrepancia.
La relevancia de Gramsci radica en el tratamiento, en el contexto de su teoría política radical, de temas que actualmente ocupan a los modernos educadores. Entre los temas que aborda están la sociología del currículo, la aparente discontinuidad entre la cultura de la escuela y la de la vida cotidiana, los problemas de la alfabetización y el lenguaje en la educación, el papel del Estado en la provisión de la educación, el cultivo de élites y el papel de los intelectuales, las funciones relativas de la autoridad y la espontaneidad en la educación, y la relación ambigua de estas con diferentes ideologías políticas, en particular el fascismo.
Una lectura imprescindible para afrontar el debate educativo de la actualidad.