Parecía como cuando te pones nervioso justo antes de que pase algo emocionante; el momento en que estás en equilibrio en la parte más alta de una montaña rusa, el silencio antes de una fiesta sorpresa, el segundo después de saltar del trampolín pero antes del agua, cuando puedes cerrar los ojos e imaginar, durante tan solo un segundo, que estás volando. La sensación de que se aproximaban cosas buenas, que casi habían llegado, que lo harían en cualquier momento.