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Bøger
Anatole France

La Isla De Los Pingüinos

San Mael iba navegando en búsqueda de la isla Hedoic, pues escuchó que sus habitantes, descarriados después de la evangelización, se encontraban de nuevo dominados por el paganismo. Sin embargo, una tormenta ahuyentó su barca del camino trazado y, después de dejarse llevar por la corriente, terminó en una isla que parecía desierta. Pero esta asunción era incorrecta. Una vez casi completada la vuelta a la isla, San Mael encontró habitantes menuditos a quien, inmediatamente, se dio la tarea de evangelizar. Si tan sólo la vista de el buen San Mael fuera buena, se habría dado cuenta que los seres menuditos eran, en realidad, pingüinos. Y es así como empieza la gran civilización de Pingüinia. A través de la sátira y la alegoría, la novela de Anatole France critica la política, la religión, la moralidad y la sociedad. Toca temas importantes como la corrupción, la burguesía, la propiedad privada, la búsqueda del poder y la resistencia contra la opresión; ofreciendo una mirada crítica y reflexiva sobre la condición humana, incluso hoy en día.
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Oprindeligt udgivet
2024
Udgivelsesår
2024

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Citater

  • orozcomyershar citeretfor 7 år siden
    Carolina preguntó: -¿Creéis que los hombres eran más felices en otro tiempo?
    Jorge respondió:
    - Sufrían menos. Como este niño, jugaban, jugaban a las artes, a las virtudes, a los vicios, al heroísmo, a las creencias, a las voluptuosidades: acariciaban ilusiones divertidas. Más ruido, más goce Pero ahora…
    Detuvo su pensamiento y sacó el reloj.
  • orozcomyershar citeretfor 7 år siden
    Los que producían las cosas necesarias para la vida carecían de ellas, y los que no la producían, las tenían en abundancia. "Son éstas -como dijo un académico- ineludibles fatalidades económicas:" El pueblo pingüino carecía ya de tradiciones, de cultura intelectual y de arte. Los progresos de la civilización se manifiestan por la industria devastadora, por la especulación infame y el asqueroso lujo. La capital ofrecía, como las más famosas capitales de aquel tiempo, un carácter de opulencia y cosmopolitismo.
    Reinaba una insulsez inmensa y monótona. El país disfrutaba una tranquilidad absoluta. Era el apogeo
  • orozcomyershar citeretfor 7 år siden
    - La libertad -dijo- no es la licencia. Entre el orden y el desorden elijo fácilmente. La revolución es inútil. La violencia es el enemigo más temible del progreso. No se consigue nada por la violencia.

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