En aquella ocasión, sola, llena de dudas, rodeada de extraños y cogida en la trampa que les habían tendido unos enemigos, pensó que veía a Vivaldi por última vez. Ahora, apoyada por la presencia de una madre amorosa y la aprobación complaciente de la persona que hasta ahora se había opuesto a ella, se unía a él para no separarse más.