El mundo contemporáneo está fuertemente marcado por la importancia que nuestras sociedades conceden a la economía, a la empresa y a la administración. Las ciencias sociales, que se dedican a hacer inteligible la vida social, en aspectos particulares o en su totalidad, no podían permanecer indiferentes a este fenómeno. Esta obra hace un balance de las relaciones que las ciencias sociales han tenido con la administración y responde a ciertas preguntas: ¿Qué forma toman estas relaciones con el tiempo? ¿Qué lugar concede la administración a las ciencias sociales? ¿Cuál es la contribución de éstas a la comprensión de la administración? ¿Qué lugar deben ocupar hoy en la formación de los administradores?
Frente a las prácticas administrativas contemporáneas, que tienen a actuar en nombre de la competitividad y de la rentabilidad financiera, esta obra lucha para que el mundo de la administración amplíe la visión del ser humano y vuelva a darle un lugar central a la subjetividad, a la efectividad, a la experiencia vivida, a lo simbólico, a la historia y a la ética, tanto en su práctica como en su teoría.