Monstruas y centauras

Una sociedad culta es la que enseña a leer a su ciudadanía desde la conciencia de la propia urdimbre lectora –experiencia vital, conocimientos del mundo y conocimientos culturales, ideología– y del contexto en el que una obra se construye y en el que una obra se recibe y puede tal vez alumbrarse con las interpretaciones posibles del nuevo marco de recepción

porque sabemos que el lenguaje es un instrumento permeable al poder, un arma política

No quiero mostrar mi rojo corazón en la mano ni que me pueda la víscera o que la rabia me nuble los ojos y me quite la razón que tengo entre mis incertidumbres y mis vindicaciones.

No debemos ser comedidas, pero sí hemos de tener cautela. Que no nos desactiven con nuestras propias palabras. No debemos ser razonables, pero sí racionales

De la represión fascista y católica contra el cuerpo de las mujeres pasamos a otro tipo de represión caracterizada por el signo neoliberal del consumo y la exigencia de ajustarse a ciertos modelos canónicos que se anclan en el imaginario del deseo y la expectativa masculinos.

Estamos en el vórtice de mil contradicciones que no nos pueden dejar paralizadas

Los motivos de mi no absoluta felicidad conectan más bien con la destrucción de la esfera de lo público: el turbio horizonte de las pensiones, la degradación de la sanidad y de la educación públicas, la espectacularización de la cultura y también de esa crónica criminal donde los niños y las mujeres suelen mostrarse como víctimas propiciatorias de una violencia sistémica

Nuestra única ventana, subyugadas por los imperativos biológicos, es la maternidad. Yo no soy madre y no soy completamente feliz, aunque los motivos de mi no absoluta felicidad no tienen demasiado que ver con haber desobedecido el mandato de la perpetuación de la especie.

La mecha empieza a arder porque lleva prendida mucho tiempo. Porque hay motivos

Estoy contenta por ir a la manifestación con mi compañera del instituto porque, para nosotras, más allá de reivindicaciones compartidas, manifestarnos juntas constituye un ejercicio de memoria. O tal vez de nostalgia.