Diversos fenómenos extraños, a veces inquietantes y aun terroríficos, suelen calificarse como fantasmas, hechicerías, clarividencias, etcétera; de dichos fenómenos se suscitan diversas preguntas, por ejemplo, si se trata de intervención divina, o si entramos en contacto con entes preternaturales.
Aquí se expone lo que la Biblia y la Iglesia enseñan al respecto, en un intento de transformar los sentimientos de miedo, inquietud y terror en sentimientos como gozo, admiración y gratitud por la creación divina.