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Bøger
Emmanuel Carrère

Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Un viaje en la mente de Philip K. Dick

  • Eduardo Ariashar citeretfor 6 år siden
    Son libres de creerme o no, pero al menos crean esto: no estoy bromeando. Se trata de algo muy serio, algo muy importante.
  • Alberto Chimalhar citeretfor 3 måneder siden
    «Porque he aquí que yo crío nuevos cielos y nueva tierra: y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.»
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 3 måneder siden
    En general, Aquel se mantiene escondido, deus absconditus, según dicen los teólogos. Opera en cada átomo del mundo, pero nadie lo ve, excepto aquellos de los que Él se sirve, como nos servimos de un peón en el ajedrez para hacer una jugada.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 3 måneder siden
    afirmo que puedo recordar una vida presente distinta.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 3 måneder siden
    Después de haber elegido el título: Si creen que este mundo es malo, deberían ver alguno de los otros, escribió su discurso com
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 3 måneder siden
    Además de él, otras dos personalidades dominaban aquella que un sueño le había ordenado bautizar como la sociedad Rhipidon, del griego rhipidos, «aleta», en clara alusión al signo del pez. Timothy Powers y K. W. Jeter
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 3 måneder siden
    Conservas el derecho al tercer deseo, pero, te lo prometemos, nunca lo sabrás. Está olvidado.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 3 måneder siden
    Durante toda su vida había buscado lo real y ahora lo había encontrado: era esa tumba. Era su tumba.

    Allí estaba él.

    Siempre lo había estado.

    Él era el niño del artículo.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 3 måneder siden
    un artículo breve, uno de esos hechos tan terribles que no vale la pena describir detalladamente. Era la historia de un niño de tres años al que sus padres habían llevado al hospital para una operación benigna. Tenía que salir al día siguiente, pero el anestesista había cometido un error y el niño, tras varias semanas de tratamientos desesperados, había quedado sordo, mudo, ciego y paralítico. Irremediablemente.

    Al leer esto, un sollozo le subió por la garganta y se quedó allí sin poder salir. Se pasó toda la tarde con la mirada perdida y los ojos desorbitados por el espanto. Nunca nada le había hecho tanto daño. No podía pensar en otra cosa que no fuera el despertar de ese niño. El momento en que este habría recuperado el conocimiento, en la oscuridad. Inquieto, en un primer momento, pero inquieto como cuando lo estamos al saber que la inquietud está a punto de terminar. Dondequiera que él estuviera, sus padres no podían estar lejos. Iban a encender la luz, iban a hablarle. Y nada sucedía. Ni un sonido. Intentaba moverse y no podía. Intentaba gritar, pero no se oía. Quizá sentía que lo tocaban, que le abrían la boca para darle de comer. Quizá lo alimentaban con suero, el periodista no lo decía.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 3 måneder siden
    En el otoño de 1974, su joven admirador Paul Williams, que se había hecho un nombre en el periodismo del rock, propuso a la revista Rolling Stone escribir un retrato de Dick, presentándolo como un faro de la contracultura. La
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