la fealdad caótica no es un invento de las vanguardias sino el producto de una larga tradición que nos devuelve a donde pensábamos que nos habíamos separado, a la Edad Media. Este periodo fue rico en horribles representaciones del infierno, esqueletos, apocalipsis, ancianas que simbolizan la muerte, bestias de siete cabezas, obscenidades, escenas populares carnavalescas, etcétera, que han llegado hasta nosotros a través de las obras de Dante, Memling, Bosco y, entre muchos otros, de Civetta. En el medioevo, las ruinas estaban asociadas al infierno y a la destrucción. Mientras que, en el siglo xix, se referían a la melancolía, el principal sentimiento del romanticismo. Veremos a continuación cuál es su función en los siglos xx y xxi.