Una ciudad tranquila como Mérida salta al primer plano de la actualidad informativa por dos crímenes casi simultáneos. El propietario de un spa ambientado al estilo romano aparece apuñalado en sus termas. Un alto cargo del gobierno regional resulta gravemente herido durante un acto público.
Parecen casos sin ninguna conexión, pero la agente Annika Kaunda no lo cree así, sobre todo cuando descubre un dato desconcertante: las armas empleadas en ambos crímenes pueden tener casi dos mil años de antigüedad.