o que quiero decir es que probablemente seré tu ruina, lo peor que te haya pasado. Soy como un virus ébola multiplicado por cien, pero, Anna, estoy completamente seguro de que no tenerte cerca, ni por un segundo al día, hace que mi piel deje de sentir. Sé que suena estúpido y cursi, pero te quiero solo para mí, y con Marie jamás sentí la necesidad de partirle la cara al primero que le veía el trasero. Y no sabes las veces que deseé romperle la quijada a tu ordeñavacas por mirarte de la forma en que lo hacía.