Gaijin, que en japonés significa “extranjero”, es una producción felizmente entregada a descubrir el mundo y las fascinaciones de un otro. Narrada al mejor estilo nikkei, por su austeridad y refrenamiento enunciativos, propone un mensaje de permanencia que sobrevuela como una alarma ante el imperio de lo pasatista, de la vacuidad y del desamparo.
Con esta novela ganadora del premio UNAM-Alfaguara en 2002, Maximiliano Matayoshi logra conmover, al tiempo que nos devela con amabilidad la condición del inmigrante, de gran relevancia en todas las culturas y en todas las épocas