Megacapitalistas

buitre porque allí donde pisan lo destruyen todo. Por ejemplo, comprando miles de piso

Según un informe de Oxfam Internacional de enero de 2016, sesenta y dos personas poseían la misma riqueza que medio mundo; un año más tarde, Oxfam informaba de que la mitad de la riqueza mundial estaba en manos de solo ocho hombres.3

La verdadera pregunta es: ¿tomará medidas la élite del poder global para reestructurar la concentración de capital antes de que los movimientos sociales derroquen su régimen capitalista por medio de disturbios civiles, no-cooperación y, en última instancia, violencia

Sin embargo, estamos atrapados en una red de crecimiento y rentabilidad forzosos que tiene enormes consecuencias humanitarias para miles de millones de personas.

El capital que promueve la producción de tabaco, armas, productos químicos tóxicos, la contaminación y otros bienes y servicios socialmente destructivos y sus derivados, se ve como una inversión que genera rendimiento sin que haya una preocupación consciente por las consecuencias sociales de la inversión.

Asimismo, creemos que, poniendo nombres a la élite del poder global y a sus sistemas de hegemonía, podemos motivar a suficientes de ellos a reconocer sus propios impulsos humanitarios, para que, de este modo, promuevan, de manera colectiva y en colaboración con las sociedades civiles, una remodelación organizada de nuestro sistema económico global y afronten la realidad de nuestra crisis medioambiental

Esta falta de preocupación por la mejora de la condición humana, sea deliberada o no, es la principal contradicción de la clase capitalista transnacional, y la verdadera crisis del capitalismo.

Se calcula que la riqueza total del mundo asciende a unos doscientos cincuenta y cinco billones de dólares aproximadamente, de los cuales Estados Unidos acapara alrededor de dos tercios.

Las élites transnacionales del poder comparten una identidad ideológica como ingenieros del capitalismo global, con una fuerte convicción de que su forma de vida y el constante crecimiento de su capital son lo mejor para la humanidad entera.

(Entre estos últimos se encuentra, por ejemplo, la oscura política de organizaciones de seguridad nacional conectadas con cárteles internacionales de droga, que extraen ocho mil toneladas anuales de opio de zonas de guerra estadounidenses, y luego blanquean quinientos mil millones de dólares a través de bancos transnacionales, la mitad de los cuales tienen sede en Estados Unidos.)