Oliver Twist es una de las novelas más célebres de la literatura universal y la más conocida del escritor inglés Charles Dickens. Escrita entre 1837 y 1839, se presenta en ella la sociedad inglesa de la época victoriana. Dickens denuncia en esta obra la pobre situación de los orfanatos y el maltrato que se daba a los jóvenes en ellos, la delincuencia y la marginalidad de Londres y el triste sistema judicial, capaz de castigar a un pobre chico. Oliver, desde la muerte de su madre, es un pequeño huérfano que pasa por mil y una penurias. Desposeído de su condición social al nacer, la encuentra al final de la mano del señor Bronlow, y gracias a un medallón de su madre. Oliver sufre los malos tratos en el hospicio que le acogió en su nacimiento, hasta que escapa de su influencia y de su último trabajo como ayudante de sepulturero, para marchar hacia la ciudad de la cual ha escuchado maravillas. El niño llega a la ciudad, llena de laberínticas calles y callejones, y cae en las manos de Fagin y de su banda de delincuentes adolescentes. Allí se inicia en las artes del robo y de la delincuencia callejera, conoce a Nancy, quien como una parte de las mujeres de la época victoriana se gana la vida en la calle. Nancy ayuda a Fagin para recuperar a Oliver, aunque al final de la novela se arrepiente. El final feliz es el clásico de cualquier novela en la que el personaje ha de salvar mil y un obstáculos.