Yo era dueña de la eternidad, porque el tiempo es infinito cuando no se espera nada
Nancy Castrohar citeretsidste år
Yo era dueña de la eternidad, porque el tiempo es infinito cuando no se espera nada.
Nancy Castrohar citeretsidste år
Nos pasamos la noche midiendo y volviendo a medir su largo fémur contra el mío, contando el número de besos que hacían falta para cubrir mi cuerpo en relación con el suyo y, sobre todo, riéndonos de mi impaciencia por que llegase.
Nancy Castrohar citeretsidste år
Era también la evidencia la que me había hecho sentir el derecho de apoyar los labios en el hueco de su clavícula y de hacer de él mi lugar de reposo.
Nancy Castrohar citeretsidste år
En cuanto Julie daba un paso para guiarlos, corregirlos, divertirlos, yo me retiraba para que la relación entre ellos pudiese crecer y existir sin mí, después de mí.
Nancy Castrohar citeretsidste år
aún no sabía nada de aquel hombre que súbitamente se había convertido en el centro de mi universo a pesar de que yo no tenía ni centro ni universo.
Nancy Castrohar citeretsidste år
Mamá me había enseñado muy pronto a evitar los conflictos, a respirar sin existir, a fundirme con el decorado
Nancy Castrohar citeretsidste år
Hay palabras que intento comprender por la sonoridad
Nancy Castrohar citeretsidste år
Quería que aprendiese a respirar profundamente, no sólo lo necesario.
Nancy Castrohar citeretsidste år
aprendí de Julie que la felicidad se multiplica por sí misma, se comparte y se adapta a cada uno de nosotros.