es
Bøger
Charles Nodier

El hada de las migajas

  • Talia Garzahar citeretsidste år
    El sentimiento y la fantasía vuelven a ocupar por doquiera el sitio que no debieron perder nunca entre las más sanas ocupaciones del espíritu? ¡Oh señor, su academia de los lunatici tendrá muy pronto sucursales en toda la Tierra! —sin embargo, no le hablé de los lunáticos de Glasgow—; pero dígame, por favor —continué—: ¿cuáles son los problemas que han llevado a un desacuerdo a tan juicioso consejo? Ardo en deseos de conocerlos.
    —El primero —me respondió con una afectada afabilidad— no es de tan grave naturaleza como pudiera creer, pero se aparta ya del círculo de los estudios corrientes y es a propósito para ejercitar los útiles ocios de las academias. Se trata de averiguar si, cuando Diógenes guisaba los congrios, que le atrajeron un tan mordaz sarcasmo por parte de Aristipo, los guisaba con aceite o con manteca
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    El sentimiento y la fantasía vuelven a ocupar por doquiera el sitio que no debieron perder nunca entre las más sanas ocupaciones del espíritu? ¡Oh señor, su academia de los lunatici tendrá muy pronto sucursales en toda la Tierra! —sin embargo, no le hablé de los lunáticos de Glasgow—; pero dígame, por favor —continué—: ¿cuáles son los problemas que han llevado a un desacuerdo a tan juicioso consejo? Ardo en deseos de conocerlos.
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    supe, digo, que formaba parte de la academia de los lunatici de Siena y que había llegado a Venecia en busca de quienes auxiliaran su opinión, en la doble querella que dividía, en partes exactamente iguales, a los miembros de aquella ilustre asamblea.
    —¡Los lunatici de Siena! —exclamé empujándole bruscamente hacia la plaza de San Marcos, en la que el sol brillaba con todo su esplendor veneciano, una hermosa mañana de domingo—. ¿Los lunatici de Siena, dice usted? ¿La razón experimental
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    podía tener otro objeto, según yo, que la contemplación soñadora y austera de una alta verdad moral.
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    que no existe locura a la que no se le pueda encontrar su origen en un libro de ciencia
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    baja. Se creía, antes de los progresos inmensos que ha hecho en nuestros días la medicina filosófica y racional, que la mandrágora lanzaba gritos lastimeros cuando se la arrancaba de la tierra, y de aquí que se les recomendara, a los que intentaban esa peligrosa operación, taparse muy bien los oídos para no enternecerse; con lo que se trataba de indicar, sin duda, que los tales gritos eran modulados según las reglas de la armonía
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    Lo que ha ocasionado —añadió sonriendo con una dignidad desdeñosa— el error de ese pobre muchacho es una estúpida superstición de esos ignorantes antiguos
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    esa planta, que no es otra que la atropa mandrágora, de Linneo, está desprovista, como todos los vegetales, de órganos para la vocalización. Es una solanácea somnífera y venenosa, como la mayoría de sus congéneres, cuyas propiedades narcóticas, calmantes, refrigerantes e hipnóticas eran ya conocidas en tiem
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    Esto no quiere decir que no haya sido fecunda en aventuras extraordinarias, cuyo conocimiento podría servir, en tiempo y lugar apropiados, para la instrucción de los hombres de buena fe. Pero sería preciso para ello que fuese contada, en una lengua más ingenua y espiritual que la nuestra, a un pueblo que no haya perdido aún su imaginación y sus
  • Talia Garzahar citeretsidste år
    Lástima que sea tan vieja y tenga esos dientes tan grandes. Pero —me decía al momento— no se puede uno quejar de su destino cuando se pasa las noches viviendo el amor con Belkiss y los días estudiando la sabiduría con el Hada de las Migajas.»
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)