FINEA:
Padre,
si aqueste desván se nombra
«Toledo», verdad le dije.
Alto está, pero no importa;
que más lo estaba el Alcázar
y la Puente de Segovia,
y hubo Juanelos que a él
subieron agua sin sogas.
¿Él, no me mandó esconder?
Pues suya es la culpa toda.
Sola en un desván, ¡mal año!
Ya sabe que soy medrosa...