Alberto Chimal

La Distante

Manek era un joven centinela con una vista poderosa. Podía distinguir las gotas de lluvia en una tormenta a leguas de distancia, reconocer la cara de un hombre a más de mil trancos, o ver en el desierto a una mujer a detalle en la lejanía, una mujer que solo él era capaz de ver, y que para todo ser humano que goza de una vista normal significaba solo un personaje de leyenda.
38 trykte sider
Oprindeligt udgivet
2018
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Vurderinger

  • Tania Gálvezhar delt en vurderingfor 3 år siden
    👍Værd at læse
    💞Superromantisk
    🐼Vildt sød

    Que bonita historia, es el primero que le dé Chimal, pero me pareció de lo más lindo y recomendable. Ayuda a sacarte de esta realidad que de pronto te hace sentir tan distante como Akundi.

  • Samantta.har delt en vurderingfor 4 år siden
    👍Værd at læse
    🎯Læseværdig
    🚀Opslugende
    💧Tåreperser

    Un libro muy bello sobre la historai de Manek y "La distante". Una mujer que rechazó a todos los hombres y entre ellos un ente que era un dios se enojó y la hechizó para que nunca nadie la alcanzara. Ella camina sin rumbo lejos de las ciudades. Nadie la alcanza... Hasta que Manek se enamora de ella y suceden cosas terribles que sólo en el amor pueden pasar.

    Las ilustraciones son GRANDIOSAS. Acompañan la narración de forma majestuosa.

    Este inicio trae el recuerdo de otra historia que si no fuera por La Distante nadie más podría hablar de heroísmo y grandes aventuras.

    Me gustó la historia. Es muy bella.

  • edgaroaxhar delt en vurderingfor 3 år siden
    👍Værd at læse
    🎯Læseværdig
    🐼Vildt sød

    Te llega al corazón.

Citater

  • Lili Joaquínhar citeretsidste år
    Y él, o ella, o aquello, pues la condición de los dioses no es la de los hombres, enfureció, y en su ira la maldijo
  • Juan Carloshar citeretfor 2 år siden
    Manek, yo soy culpable de mi falta, pero no de la tuya.
    Manek le reprochó, en silencio ahora, que lo hubiese distraído
  • Juan Carloshar citeretfor 2 år siden
    en vez de asustarse más, de mirar hacia otro lado o marcharse corriendo como habríamos hecho casi todos, la saludó también, y allí se perdió para Kadur, para la guardia de las torres y el ejército del rey, pues a partir de entonces no dejaron de verse, todos los días sin falta, al caer la noche

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