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J.M. Bochenski

Introducción al pensamiento filosófico

  • Whezexhar citeretfor 6 måneder siden
    parte de los filósofos de todos los tiempos: como una ciencia. No como poesía, no como música, sino como un estudio serio y sereno. Como una ciencia universal, en el sentido de que no se cierra a ningún campo y emplea todo método que le sea accesible. Como ciencia de los problemas límite y de las cuestiones fundamentales, y, por ello también, como una ciencia radical que no se da por satisfecha con los supuestos de las otras ciencias, sino que quiere investigar hasta la raíz.
  • Whezexhar citeretfor 6 måneder siden
    Parece, pues, que la filosofía no puede ser identificada con las ciencias especiales ni limitada a un solo terreno. Es en cierto sentido una ciencia universal. Su dominio no se limita, como el de las otras ciencias, a un terreno estrictamente acotado. Mas, si ello es así, puede suceder, y de hecho sucede, que la filosofía trate los mismos objetos en que se ocupan las otras ciencias.

    ¿En qué se distingue entonces la filosofía respecto de esta otra ciencia? Se distingue —respondemos— tanto por su método como por su punto de vista. Por su método porque al filósofo no se le veda ninguno de los métodos de conocer. Así, no está obligado, como el físico, a reducirlo todo a los fenómenos observados sensiblemente. Es decir, el filósofo no tiene por qué limitarse al método empírico, reductivo. Puede también valerse de la intuición del dato y de otros medios.

    La filosofía se distingue además de las otras ciencias por su punto de vista. Cuando considera un objeto, lo mira siempre y exclusivamente desde el punto de vista del límite, de los aspectos fundamentales. En este sentido, la filosofía es una ciencia de los fundamentos. Donde las otras ciencias se paran, donde ellas no preguntan y dan mil cosas por supuestas, allí empieza a preguntar el filósofo. Las ciencias conocen; él pregunta qué es conocer. Los otros sientan leyes; él se pregunta qué es la ley. El hombre ordinario habla de sentido y finalidad. El filósofo estudia qué hay que entender propiamente por sentido y finalidad. Así, la filosofía es también una ciencia radical, pues va a la raíz de manera más profunda que ninguna otra ciencia. Donde las otras se dan por satisfechas, la filosofía sigue preguntando e investigando.
  • Whezexhar citeretfor 6 måneder siden
    Primera respuesta: la teoría del conocimiento. Las otras ciencias conocen. La filosofía estudia la posibilidad del conocimiento mismo, los presupuestos y límites del conocimiento posible. Así Immanuel Kant y muchos de sus seguidores.

    Segunda respuesta: los valores. Toda otra ciencia estudia lo que es. La filosofía investiga lo que debe ser. Esta respuesta la han dado, por ejemplo, los seguidores de la llamada escuela sur alemana y muchos filósofos franceses contemporáneos.

    Tercera respuesta: el hombre como fundamento y supuesto de todo lo demás. Según los defensores de esta opinión, todo está en la realidad referido de alguna manera al hombre. Las ciencias naturales y hasta las ciencias del espíritu dejan a un lado esta referencia. La filosofía se enfrenta con ella y, consiguientemente, tiene al hombre por su objeto propio. Así muchos filósofos existencialistas.

    Cuarta respuesta: el lenguaje. «No existen proposiciones filosóficas, sino sólo aclaración de proposiciones», dice Wittgenstein. La filosofía estudia el lenguaje de las otras ciencias desde el punto de vista de su estructura. Tal es la teoría de Wittgenstein y de la mayor parte de los positivistas lógicos de la actualidad.
  • Whezexhar citeretfor 6 måneder siden
    Nos hallamos aquí ante un problema filosófico porque todas las otras ciencias dan por supuesto el hecho de que existen leyes. Las ciencias establecen leyes, las buscan e investigan; pero a ninguna de ellas le interesa lo que es una ley. Y, sin embargo, la cuestión no sólo parece lógica, sino importante. Porque, de admitirse la ley, se desliza en nuestro mundo algo así como un trasmundo. Ahora bien, lo trasmundo, lo ultraterreno es notoriamente desagradable, tiene algo de espectral. Realmente, valdría la pena desentendemos de estas leyes con una buena explicación...

    De hecho, no faltan tales explicaciones. Cabe, por ejemplo, opinar que las leyes son entes de razón. El mundo sería, por decirlo así, totalmente macizo, material, de suerte que en él no podría en absoluto hallarse una ley. Las leyes serían puras ficciones de nuestro pensamiento. En este supuesto, una ley sólo existiría en el pensamiento del científico —de un matemático o físico, por ejemplo—. Sería una parte de su conciencia.

    De hecho, esta solución se ha propuesto frecuentemente. Así, entre otros, por el gran filósofo escocés, David Hume, las leyes reciben su necesidad del hecho de que nos acostumbramos a ellas. Así, por ejemplo, al ver que muy frecuentemente dos y dos dan cuatro, nos acostumbramos a pensar que así es. Luego la costumbre se convierte en una nueva naturaleza y el hombre no puede ya pensar contra su costumbre. De modo parecido explican Hume y sus partidarios las otras supuestas características de las leyes. Al término de su análisis no queda ni una sola de tales características. La ley se revela como algo que se ajusta dócilmente a nuestro buen mundo del tiempo y del espacio, perecedero e individual.
  • javier salazarhar citeretfor 7 måneder siden
    temporal, espacial, mudable, contingente e individual.
  • brezoferrero2006har citeretfor 2 år siden
    No niega que las leyes sean ideales, pero opina que lo ideal sólo se da en el pensamiento
  • brezoferrero2006har citeretfor 2 år siden
    Las fórmulas de las leyes sólo se dan en nuestro espíritu
  • brezoferrero2006har citeretfor 2 år siden
    lo ideal existe ciertamente, pero no separado de lo real: existe sólo en lo real.
  • brezoferrero2006har citeretfor 2 år siden
    lo ideal existe independientemente de lo real,
  • brezoferrero2006har citeretfor 2 år siden
    No dejará de ser interesante afirmar que las dos interpretaciones de la ley: la positivista y la idealista,
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