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David Trueba

El río baja sucio

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  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    Algún día estaremos orgullosos de haberte conocido. Y tuve ganas de llorar al oírle, pero no me preguntes cómo logré contenerme.
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    No hay que tenerles apego a las cosas materiales, lo que importa son las personas, y a
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    Todo callado, todo reprimido, todo adentro pudriéndose
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    Esos tipos están especializados en hacer cosas ilegales pero que tengan la apariencia de legalidad. Y si algo no les sale o se escapa de su control, contratan a gente que les filtra la reputación en la red, que elimina las noticias negativas y promociona las versiones positivas. No seáis ingenuos. La gente antes se creía todo lo que salía por la tele, ahora se cree todo lo que sale por internet. La imbecilidad ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    recomendara para leer algo que no acababa de entender ni ella misma. Pero me lo aclaró. Esa es la gracia, ¿no? Si lo entiendes todo quizá no merece tanto la pena leerlo
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    el hombre no puede limitarse a ser un depredador de la naturaleza, sino que está obligado a devolver con generosidad lo que recibe de ella
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    ¿Nunca has querido ser pintora en vez de dar clases? Yolanda se echó a reír y miró alrededor, pero a esa hora de la mañana estábamos solos entre los pinos. Para vivir de pintar hay que ser muy bueno, y yo no tengo talento. Me sorprendió oírle decir eso. Confesar así sus limitaciones. Pese a ser profesora de Dibujo reconocía en sí misma menos talento para pintar que en aquel niño pastor de ovejas.
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    El resto depende de la mano que tengas, porque la mano es el alma de la pintura.

    A Yolanda le gustaba hablar de pintura.
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    Me dijo que con esa luz de la mañana la perspectiva era más profunda y los colores no quedaban empastados como pasa cuando asciende el
  • R Güemeshar citeretfor 4 år siden
    Gaspar le decía que tendría que aprender a sofisticar su gusto en lugar de tratar de rebajar el gusto de los demás a sus carencias. En la vida hay que aspirar a elevarse, no a que los demás se rebajen para estar a mi altura, decía, pero Lucía le protestaba todo, como esos jugadores que no dejan de comerle la oreja al árbitro durante el partido.
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