No, las feministas no quieren ser como los hombres, porque no saben cómo quieren ser los hombres. Ellos son individuos y sus atributos pueden ser infinitos: conservadores, progresistas, pacifistas, ecologistas, empresarios, asalariados, ricos, pobres… De nuevo se confunde la igualdad con la identidad, o peor, con la homogeneidad.