Amo una imagen como de fantasía, hecha por pedazos de recuerdo y ternura; amo la imagen de los recuerdos que los demás han contribuido a formar; amo el retrato de mis sueños; amo a un ser inmaterial y delicioso, hecho de trozos de conversaciones y residuos de esperanzas, pero Ese, el misterioso, el amenazante, el poderoso, el cósmico, el telúrico. Ese, no sé si lo amo todavía. Lo amaré mañana, cuando todas las cosas de mis sueños y todas mis esperanzas se junten y encuentren en él expresión y forma, pero no hoy, ni estos días que ha estado tan amenazante