Jacques Lafaye destaca el hecho de que la pasión predominante de los príncipes del Renacimiento fue el costoso y mortífero juego de la guerra. Inspirándose notablemente en la obra maestra de Francisco López de Gómara, Historia de las guerras de mar de nuestros tiempos (1500–1559), Lafaye enfatiza dos aspectos del Renacimiento: la exaltación de la cultura antigua y la explosión de la técnica moderna.