Los ensayos

Llaman a esto terrores pánicos.

De nada tengo más miedo que del miedo

Puede ponernos alas en los talones, como a los dos primeros, o inmovilizarnos y trabarnos los pies

fue memorable, en el mismo asedio, el miedo que oprimió, apresó y heló el ánimo de un gentilhombre con tanta fuerza que cayó muerto en redondo al suelo en la brecha, sin herida alguna.

CAPÍTULO VIII
LA OCIOSIDAD

El alma que no tiene un objetivo establecido, se pierde. Porque, como suele decirse, estar en todas partes es no estar en lugar alguno

podía hacerle mayor favor a mi espíritu que dejarlo conversar en completa ociosidad consigo mismo, y detenerse y fijarse en sí.

Y me alumbra tantas quimeras y monstruos fantásticos, encabalgados los unos sobre los otros, sin orden ni propósito

me alumbra tantas quimeras y monstruos fantásticos, encabalgados los unos sobre los otros, sin orden ni propósito,

Todas las pasiones que se dejan probar y digerir son sólo mediocres: