Siglo XVIII. El cirujano y navegante Lemuel Gulliver naufraga en una isla perdida; ahí encuentra un país de pequeños hombres y mujeres, los liliputenses, que no por pequeños son menos engreídos y vanidosos. Luego, en sucesivos viajes, el capitán Gulliver encuentra personajes de todo tipo, pero siempre fantásticos. Aunque Viajes de Gulliver (1726) es una obra considerada un clásico de la literatura infantil —generalmente en versiones incompletas—, se trata en realidad de una obra cuyo propósito fue hacer una feroz crítica a la sociedad y a la condición humanas.