La huella blanca, de Ana B. Nieto, es una novela de narrativa histórica que nos traslada a la Irlanda celta del siglo V. Paisajes fascinantes, héroes épicos, aventura, amor y erotismo. La primera novela de una joven escritora de talento descomunal. Una novela histórica que, como Juego de tronos, nos transporta a un universo propio y que gustará a los lectores de landscape novels por las descripciones de los fascinantes paisajes de Irlanda. Además, entronca con novelas históricas como El clan del oso cavernario porque literalmente nos traslada a otra época y nos hace revivir su mentalidad. La huella Blanca gustará a hombres y mujeres por igual: los ejes principales son un héroe marcado por su destino y embarcado en una aventura épica, y una conmovedora historia amorosa y sentimental. La primera novela de una escritora con un talento fuera de lo común, una escritora tan hábil con las escenas de violencia, aventura y batalla, como con las escenas eróticas. Ana B. Nieto es una apasionada de la mitología y la épica desde niña. La huella blanca (que forma parte de la trilogía Niño Robado) es su primera novela. Para escribirla, vivió en Irlanda durante un año y estudió la historia de su Iglesia y el irlandés antiguo en la Universidad de Limerick. Irlanda celta, siglo V d. C. Cuando Bróenán decide llevarse a Ciarán, el último niño de una tribu enemiga, quebranta con ello todas las normas humanas y divinas de su pueblo. Este «niño robado» alcanzará la adolescencia ignorando sus orígenes y esperando el momento de casarse con Olwen, su amor desde la infancia. Cuando el secreto por fin se revela, marchará al exilio como pirata y capturará al muchacho que un día será san Patricio. En su empeño por estar juntos, sin embargo, Ciarán y Olwen desafiarán a sus tribus, sus dioses y sus destinos, en una aventura que los llevará hasta las islas de Arán, en los confines del mundo. Una novela sobre el canto del cisne de un mundo antiguo, dominado por las diosas madres, y su difícil encuentro con el cristianismo y el Medievo.