Cuál es tu tormento

El único rumbo para una civilización que afronta su propio final: Aprender cómo pedir perdón y cómo reparar en alguna diminuta medida el daño devastador que les hemos hecho a nuestra familia humana y a las demás criaturas y a la hermosa tierra. Amar y perdonarnos los unos a los otros lo mejor que podamos. Y aprender a decir adiós.

La única cosa más dura que verte a ti misma envejecer es ver cómo envejecen aquellos a los que quisiste

Un extraterrestre que un día estudie nuestro derrumbe muy bien podría concluir diciendo: La libertad era demasiado para ellos. Preferían ser esclavos.

Coincidencia: en un libro nuevo que estoy leyendo encuentro que alguien compara la experiencia de ver a una persona morir con la intensidad de enamorarse

Me haría amiga de aquella pequeña marginada patética e infeliz. Y mi opinión sobre mí misma era tan alta que creía que la bendición y el honor de mi atención era todo lo que ella necesitaba para cambiar su vida

Al tomar aliento me acordé de lo que había dicho mi amiga acerca de su temor de que estar en tan buena forma física solo contribuyera a que su agonía final fuese más dura

Una juventud abrumada por el conocimiento pleno de lo triste y doloroso que es envejecer yo no la consideraría juventud en absoluto.

Descubrí que existe una palabra, onsra, en Bodo, un idioma hablado por la etnia bodo en zonas del noreste de la India, que se emplea para describir la emoción estremecedora que experimenta una persona cuando se da cuenta de que el amor que había compartido con otra no está destinado a perdurar.

Sé amable, pues cada persona con la que te cruzas está librando su propia batalla.

Bienaventurados los que lloran a los muertos