El incendio de la mina El Bordo

Supongo que no es descartable que, contra lo que todos los documentos y crónicas y memorias orales dicen, pudiera haber habido un cortejo, pero pienso que es más probable que alguien haya atribuido esa fotografía al episodio pensando que era lo que la decencia hubiera indicado: tratar a los muertos como personas que merecen ser despedidas por su gente, y no como desechos que deben ser escondidos lo más pronto posible.

utorizó llevar un fotógrafo para que registrara la extracción de cadáveres

ecomendándosele la mayor economía posible». El fotógrafo sólo sacó cuatro fotos:
La primera es una de los sobrevivientes. Hablaré de ella más adelante.

s cadáveres en una habitación

media docena de ataúdes. El pie de foto dice: «Los féretros para las víctimas».

El pie de foto dice: «Camino que conduce a la mina incendiada».

Apenas si puede distinguirse el rostro de algunos

os que esperan frente a la mina ver salir a los suyos…

Ninguna de estas caras muestra las escenas de desesperación que menciona la nota que acompaña la fotografía

Cuando seis días después abrieron las bocas de los tiros y entraron, como habían prometido, para levantar los cadáveres, no sólo descubrieron que eran ochenta y siete, no diez ni cuarenta y dos, sino que en el nivel 207 había siete mineros vivos.