Cuando Laura acaba finalmente despertando de un largo coma, las pesadillas que la han estado atormentando no han desaparecido. Era cierto que ella había amado a un asesino y que su familia había estado a punto de sucumbir por las decisiones que había tomado. Era cierto que su marido no iba a quedarse con los brazos cruzados, y que el asesino no estaba dispuesto a renunciar a ella. Cuando Laura escapa a los Estados Unidos para huir del enfrentamiento entre ambos, le espera una nueva vida pero también una nueva pesadilla. Una amenaza todavía más terrorífica, en forma de un maniático homicida, vendrá a recordarle que nadie puede escapar eternamente. Laura tendrá que enfrentarse tanto a su pasado como a este nuevo y angustioso presente.
«Un thriller de alto voltaje erótico con estallidos de violencia y suspense que no da respiro al lector»