El Dragón Renacido, Rand al'Thor, conduce a los Aiel hacia Cairhien, donde Couladin, el jefe Shaido que pretende usurpar el título de Car'a'carn, ha puesto cerco a la ciudad. La batalla se entabla, Aiel contra Aiel, cumpliendo así parte de la profecía de Rhuidean. Entretanto, Nynaeve y Elayne viajan con el espectáculo ambulante de Valan Luca. En el camino tropiezan con Galad, empeñado en que su hermanastra regrese a Caemlyn. Por fin consiguen llegar a Salidar, donde las hermanas Azules disidentes se han reunido, pero no tienen la acogida que esperaban. Egwene prosigue con su preparación como caminante de sueños y su aprendizaje como Aes Sedai con Moraine. Las dos mantienen a Rand estrechamente vigilado, más interesadas en los planes de las Aes Sedai y de las Sabias que en lo que el propio Rand desea. Y, de manera inexorable, los sellos que cierran la prisión del Oscuro se van rompiendo, como si fueran de arcilla y no de cuendillar. Tal vez eso signifique que la Sombra va a quedar muy pronto en libertad.