Crezca en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor.
Se ha dicho que no podemos conocernos a nosotros mismos a menos que conozcamos a Dios. Lo opuesto también es cierto: No podemos conocer a Dios íntimamente sin antes autoconocernos. Estos dos anhelos — el deseo de Dios y el de plenitud interior — están inextricablemente entrelazados.
El autor de éxitos de ventas, Cecil Murphey ha cautivado a millones de lectores por su estilo lírico e incomparale narrativa. No obstante, entre bastidores de su exitosa carrera, Murphey está en búsqueda de Dios y de sí mismo. De esta incesante búsqueda nace Conozco a Dios, conociéndome a mí mismo, una colección de meditaciones presentadas en el estilo único que caracteriza al autor. A medida que reflexiona y viaja por este inolvidable libro creará más conciencia de la presencia de Dios y recibirá una vida interna renovada.