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Antonio Malpica

Canción sobre un niño perdido en la nieve

  • M. Zapiaínhar citeretfor 4 år siden
    No es nada nuevo que los personajes literarios, en ocasiones, ofrecen mayor consuelo a nosotros los lectores que las personas reales.
  • M. Zapiaínhar citeretfor 4 år siden
    Y es cierto que a veces los niños pequeños suelen pasar desapercibidos para los adultos (mientras no tiren, en alguno de sus juegos, el carísimo e irremplazable jarrón de la abuela, claro).
  • vmidobuchehar citeretfor 4 år siden
    Aquellos que solemos refugiarnos en las páginas de los libros en busca de respuestas (aunque muchas veces volvamos al mundo con más preguntas), o en busca de entendimiento, o en busca de simpatía, sabemos que, en ocasiones, calienta más el fuego de la hoguera que hallamos entre las portadas de un libro que las hornillas reales de la estufa de nuestra casa.
  • La lechuza desveladahar citeretfor 4 år siden
    No es nada nuevo que los personajes literarios, en ocasiones, ofrecen mayor consuelo a nosotros los lectores que las personas reales
  • Lizeth De los Santoshar citeretsidste år
    Pero primero regresemos la vista al personaje secundario de esta historia, quien, como ya dije, conoces bastante bien porque fue protagonista en su momento de su propio libro.
    Su nombre es Ebenezer Scrooge.
    Su libro se llama Canción de Navidad (A Christmas Carol, en inglés) y te aseguro que no lo reconocerás ahora que lo veas
  • Lizeth De los Santoshar citeretsidste år
    Esta es, pues, la historia de un día en la vida de Billy Cratchit, quince años después de aquella Navidad en la que un soplo de alegría tocó a la puerta de su familia
  • jimenaolsahar citeretsidste år
    ero no se puede cambiar lo que está hecho.
    Lo que sí se puede… es enmendar, componer, corregir aquello que se hizo mal. Aquello de lo que somos responsables. Y rogar a quien quiera que esté escuchando, sean los ángeles o los espectros, la suerte o el destino, que ese corazón que se rompió por nuestra causa, pueda reintegrarse de alguna manera.
  • Lizeth De los Santoshar citeretsidste år
    una cama, una silla, un armario, un pequeño bacín, calefacción, una ventanita que daba al parque, la compañía del señor Winston y un buen libro que, cuando terminaba, intercambiaba por otro con algún amigo. “Si eso no es más de lo que un hombre necesita para ser feliz”,
  • Lizeth De los Santoshar citeretsidste år
    Recordarás, querido lector, cómo contó Charles Dickens en su obra que Ebenezer Scrooge obsequió a los Cratchit un pavo enorme el 25 de diciembre de aquel año. ¿Cierto? Pues bien, a los dos días de tal desprendimiento, Bob sintió la obligación de invitar a su jefe a cenar en casa. Aún no cambiaba de número el año en el calendario y el renovado señor Scrooge fue animosamente con la familia Cratchit a compartir la comida, la risa y el juego. Y se encariñó con todos ellos, desde luego. Con el pequeño Tim, naturalmente, pues era, de todos, el más desfavorecido
  • Lizeth De los Santoshar citeretsidste år
    casa. Aún no cambiaba de número el año en el calendario y el renovado señor Scrooge fue animosamente con la familia Cratchit a compartir la comida, la risa y el juego. Y se encariñó con todos ellos, desde luego. Con el pequeño Tim, naturalmente, pues era, de todos, el más desfavorecid
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