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Ryunosuke Akutagawa

Rashomon Y Otros Cuentos

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  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    ese hombre insignificante había adquirido un aire de soberbia y de poder semejante al que simbolizan los leones de los sueños.
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    Comprenderéis que soy de esas personas que nada comprenden fuera de lo que ven, de modo que tampoco en este caso pude deducir exactamente lo que había sucedido.
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    Si realmente la había amado hasta ese momento, ese amor tuvo que desaparecer para siempre aquel día. o si no la había amado, puedo decir que ese día nació en mí un nuevo odio por ella.
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    Pero le aclaro, señor, que yo mato con katana, y no como ustedes, que matan con el poder, con el dinero, hasta con el pretexto de hacer un favor. Es cierto que no derraman sangre y sus víctimas siguen viviendo; pero así y todo son muertos, sombras de vivos. Si medimos los alcances del delito, es muy difícil fijar quién es más criminal, yo o ustedes.
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    Al verla así, el sirviente comprendió que la vieja estaba a su merced. Y al tener conciencia de que una vida estaba librada al azar de su voluntad, todo el odio que había acumulado se desvaneció, para dar lugar a un sentimiento de satisfacción y de orgullo; la satisfacción y el orgullo que se sienten al realizar una acción y obtener la merecida recompensa.
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    Si en ese instante le hubiera sido dado elegir entre morir de hambre o convertirse en ladrón el problema que él mismo se habla planteado hacía unos instantes no habría vacilado en elegir la muerte. El odio y la repugnancia ardían en él tan vivamente como la tea que la vieja había clavado en el piso.
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    Al verlos entregados a ese silencio eterno, el sirviente dudó que hubiesen vivido alguna vez.
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    Su pensamiento, tras mucho rondar la misma idea, había llegado por fin a este punto. Pero ese "si no elijo..." quedó fijo en su mente. Aparentemente estaba dispuesto a emplear cualquier medio; pero al decir "si no..." demostró no tener el valor suficiente para confesarse rotundamente: "no me queda otro remedio que convertirme en ladrón".
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    La lluvia parecía recoger su ímpetu desde lejos, para descargarlo estrepitosamente sobre Rashômon, como envolviéndolo.
  • Santiago Romerohar citeretfor 5 år siden
    Es cierto que, por otra parte, el tiempo oscuro y tormentoso había deprimido notablemente el sentimentalismo de este sirviente de la época Heian.
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