Noches Blancas

No sabíamos qué decir, reíamos, llorábamos, dijimos miles de palabras sin relación ni sentido

No sabíamos qué decir, reíamos, llorábamos, dijimos miles de palabras sin relación ni sentido; tan pronto íbamos por la acera como nos dábamos la vuelta y empezábamos a cruzar la calle, después nos parábamos y volvíamos a cruzar a la orilla; éramos como niños…

De repente, me pareció que todos me abandonaban, a mí, que soy un solitario, y que todos me daban la espalda.

ahora se me caen las lágrimas, bueno, dejemos que caigan, no molestan a nadie, que sigan cayendo. Se secarán,

¿Cómo se puede obrar de una forma tan bárbara y grosera como él lo ha hecho conmigo? ¡

¡Qué fácil le resulta herir, ofender a una pobre muchacha indefensa, culpable de quererlo!

Parece como si quisieras verter todo tu corazón en otro corazón, quieres que solo haya alegría, que solo haya risas.

Hoy el día ha sido triste, lluvioso, sin claros, igual que mi futura vejez.

Recuerde que las ha escrito una pobre muchacha que está sola, que no tiene quien le enseñe ni a quien pedir consejo y que nunca ha sabido dominar su propio corazón.

lo culpo porque yo no tengo poder sobre su corazón, ¡tal es mi destino!